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Posted on 31.3.10

La primera menstruación

By Cultura sexual en 31.3.10


La primera menstruación

PhotobucketCuando llegue el día en que su hija le diga que está menstruando, o que le ha llegado el período, abrácela con fuerza, dígale cuánto la quiere y pregúntele si se siente bien. Tal vez por todas las emociones que se mezclan, la alegría de ver crecer a su hija, el vacío porque ella ya no es una niña y la nostalgia de los recuerdos, se le olvide que su hija puede no estar sintiéndose bien. Es recomendable tener a mano un analgésico que sirva para los dolores menstruales.

Posted on 31.3.10

La sexualidad espiritual

By Cultura sexual en 31.3.10


EL SEXO ES EL CULPABLE DE TODO


Photobucket Tal vez uno de los temas más explotado en los últimos tiempo sea el sexo, puede ser que otros tópicos también se incluyan, pero la difusión de este y los debates que suscitan en la opinión pública le da un matiz de mucha importancia. Lo hallamos en la literatura, en las artes, la internet, sobre todo en la internet se ha convertido en un negocio muy lucrativo y muy visitado. Si bien es cierto que a partir de los 60 se inició la era de la revolución sexual, y los derechos de la mujer tomaron un papel protagónico, el tema de la sexualidad humana para los occidentales seguía siendo un tabú. Freud insistió en la importancia del sexo en la conducta humana y a su vez que para llevar una vida sexual humana normal no debíamos tener ninguna neurosis posible ¿Es esto posible en la sociedad occidental? La tradición judeocristiana imperante en nuestra sociedad ha visto al sexo desde una óptica particular.

El concepto que tiene la iglesia y sus representantes sobre este tema, es de una imperante moralidad y un discurso maniqueo que ha trascendido más allá del Vaticano. Al parecer todo es una división entre lo que representa el hombre y el mundo espiritual, sobre todo en cuestione de la fe, nuestra sexualidad es vista como algo malo, pecaminoso, la mejor forma de que “Satán” nos lleve por el mal camino y derecho al infierno. Nuestro cuerpo fue visto como un instrumento de perversión ¿Cómo es posible no hablar de neurosis, cuando se catalogaba al pene como la serpiente diabólica y a la vagina como la morada del demonio? Penalizando de esa forma nuestras zonas erógenas, la conducta humana se encontraba supeditada a la represión de los deseos y las emociones, un perenne sentimiento de culpa en el cual la única salvación era la castidad y la virginidad. La reproducción era lo aceptado, pero de igual forma para engendrar un devoto servidor de Cristo se debía pedir perdón para que la copula no produjera gozo en la mujer, en el caso del hombre debía encomendarse a todos los santos para que el creador diera su aprobación. Muchos aspectos en las primeras fases de la evolución de la teología cristiana referían que la mejor forma de perdición se relacionaba con la mujer, el contacto carnal y gozar de este era pues el mejor camino para la corrupción del hombre.


Los tratados de moral seguían dividiendo el cuerpo de la mujer, como en la Edad Media, en tres partes, según su “honestidad”. Huelga decir que las partes honestas eran sólo las manos, los pies, la cara y los brazos hasta el codo. El resto del cuerpo femenino era menos honesto, como la parte superior del brazo, o rotundamente deshonesto, como el pecho y el vientre. (Tejada, 1977, p. 19)
En cierta forma la sexualidad humana representa en ciertos aspecto un tema escabroso para la religión católica, la dominación por la fe no bastaba con imponer el credo sino también un conjunto de normas en la cual la mujer era un ser poco inteligente, sumisa y un arma peligrosa para las más viles tentaciones. Caso curioso y contradictorio para los grandes jerarcas del santo oficio, los cuales nunca sintieron culpa por tener una vida sexual muy activa en el pasado, como la tuvo Alejandro VI, padre de Cesar y Lucrecia Borgia. Dictaminaron como sus feligreses tenían que seguir una existencia de recato y privaciones. La postura dominante del hombre es otro elemento en el cual los factores dominantes se apoyaban, en esta situación la infidelidad y la imagen de “Gran Gallo de Corral” era la aceptada, caso contrario en las féminas las cuales si caían en falta incluso podían perder la vida, la iniciación de un joven era frente a las puertas de un burdel acompañado de su padre, sus inquietudes y dudas era respondida de la mano de la “Madame”, ya que en su hogar era un tema simplemente inexistente. Por otra parte la visión y aceptación de nuestro cuerpo no era algo cotidiano, la masturbación podría crearnos demencia, cáncer y hasta matarnos de tuberculosis.

Como instrumento del mal, nuestro cuerpo, no está hecho para la observación y el descubrimiento. Debemos ocultarlo, censurar cualquier desnudo, eso es imperdonable a las buenas costumbres y atenta contra la integridad de la familia, la pantorrilla y los muslos pueden provocar desastres incuantificable para los hombres de fe. El entendimiento del ser humano y sus funciones biológicas debe ir más allá de ciertas posturas, incluso las no religiosas, pero el problema son los incontables tratados, normas, el deber ser en la sociedad, las tradiciones impuestas, mezclado con un poco de culpa han arrastrado al ser humano a conducirse sobre un patrón de vida establecido por otros, donde la actividad sexual también debe ser un conjunto de normas a seguir, y en la cual se escribe cualquier vademécum para resolver tus problemas de alcoba, porque tú no eres capaz de hacerlo.

Pero en nuestra época actual las cosas han cambiado demasiado, de acuerdo con Verdú la condición humana ha dejado la ocultación para dar paso a la transparencia, la invasión a la privacidad se puede interpretar como una invitación a nuestra intimidad. Las nuevas realidades que nos muestran la era digital produce un efecto contrario a las antiguas normas, la religión ya no tiene ese efecto tan marcado en la psiquis del hombre, él ha encontrado un nuevo dios con diferentes rostros, si en algún momento la sexualidad estuvo oculta por remilgos moralistas, la pantalla de cristal se ha encargado de mostrarla en una gama variopinta, desde la publicidad hasta las páginas dedicadas a la pornografía en Internet. Muchas mujeres contemporáneas objetan que sus esposos pasan más tiempo frente a la computadora que con ellas. La nueva religión la encontramos en la sociedad de consumo, comerciales donde nos muestran como perfeccionar nuestros cuerpos, el sexo virtual es la nueva frontera para explorar nuevas sensaciones, ya no por lo bioquímico de nuestro cerebro, ahora son los bits y los impulsos eléctricos generados desde nuestro teclado, el ojo es el nuevo órgano sexual.

La exhibición otorga valor al objeto y al sujeto, una vez que el capitalismo de ficción ha enseñado que nada logra vigencia si no llega a ser imagen. La vida privada se cotiza cada vez menos mientras el espectáculo cada vez más. (Verdú, 2003, p. 164)


Podemos decir que con los nuevos adelantos se crean nuevas formas de cómo castigarnos y censurarnos, no como en el pasado, culpamos que la nueva adicción virtual nos arruina, el voyerismo toma una nueva dimensión, no es exclusividad de algunos ahora forma parte de todos, la nueva consigna es que si has nacido es porque Youtube lo tiene registrado. El espectáculo al que refiere Verdú también tiene un culpable, si es verdad que en la actualidad las nuevas tendencias son aceptadas sin muchos problemas, no falta que una parte de nuestra sociedad apunte con el dedo acusador sobre la temática del sexo, la cual es la responsable y principal causante para darle movimiento a esta gran maquinaria por la cual nos vemos afectados.

CAMBIOS
Nuestras estructuras con el devenir del nuevo siglo han sufrido cambios importantes, cambios que comenzaron en los 60 del siglo pasado. Me refiero a la emancipación de la mujer, la creación de la píldora anticonceptiva, la revolución sexual, los derechos civiles, la lucha por la aceptación y la igualdad que demandaban la comunidad gay. En cierta forma la imagen de la mujer confinada al hogar fue desvaneciéndose y su papel en la sociedad fue integrándose mucho más. No es la intención dedicar líneas a la guerra de los sexos, los discursos feministas y la imagen del hombre machista, a mi parecer es un discurso maniqueo muy desgastado, pero si en la época antes mencionada surgió la figura de la mujer no sumisa, también hace su aparición la moral del cuerpo, lejos de una sociedad pacata con un discursillo de moralidades cristianas a la orden del día. El sexo dejo de ser una dimensión desconocida, en las cuales la cohabitación rutinaria de la alcoba, hastiaba a las parejas. El sexo se transformó en un hecho natural, gozoso y libre. Esta nueva dimensión donde le erotismo impregnó la vida de muchos no habría de detenerse, recordemos que en ese momento el movimiento hippy estaba en pleno auge. Estos elementos sirvieron de base para una reivindicación sexual tanto para hombres como para la mujer, incluso, como dije antes para la comunidad gay.

En esta visión tan diferente del pasado cercano, se enfocaron también en el Oriente, culturas que tenían otro concepto sobre el hombre y su existencia. La unión de la naturaleza revistió estos cambios, el budismo zen, el hinduismo formaron parte de esta realidad. Frente a una civilización urbana, encerrada en centros edificados se trató de volver al estado natural. Por supuesto que la sexualidad humana se vería afectada por ello. Ante estos nuevos preceptos la sociedad descubre que la ocultación no están valida, el ser humano no se ve como un conjunto de normas y restricciones, trata de liberarse de formas y tradiciones que no ayudaban a sus problemas e inquietudes, las cuales, nunca eran contestadas y bajo la norma del estado y la religión eran transformada a la conveniencia de este. Las nuevas creencias no solo les daban respuestas, también aceptación, descubrimiento. El cuerpo humano ya no representaban la culpa o un objeto de perdición, se la da un revalorización y su concepción erótica fue validada.


En realidad, los yoguis llevan un adelanto de siglos en estas investigaciones, aunque podremos alcanzarles gracias a nuestros monitores electrónicos. El objeto de todas esas posturas raras que han inventado es influir sobre nuestra propia imagen corporal con la idea inicial de suprimirla totalmente como componente del conjunto de la auto-identidad, para que el practicante llegue a sentirse reunido con el Todo; el orgasmo puede producir el mismo efecto, lo que explica su utilización por los místicos. (Comfort, 1986, p.15)


El conocimiento total de nuestro cuerpo disipará las dudas, borrará tabúes, nos enseñara como usar nuestro sistema biológico, sensitivo, emotivo, y al mismo tiempo a ver la maravillosa obra de la naturaleza, que nos ha provisto de los elementos más preciosos para el goce sensual. Se refiere entonces, a mi parecer, a ese Todo al que acota Comfort, no un Todo sobrenatural, sino al hecho de destruir las barreras internas de nuestra mente y las barreras impuestas por una rígida sociedad occidental, entonces ya no hablaríamos de sexo débil o fuerte, lo más cercano a la realidad es que somos un complemento del otro, una dualidad complementaria. Se trata pues que a través del conocimiento y la superación de una mal entendida moral que sólo daños han causado al ser humano, se logre un gran acuerdo y una participación por parte de ambos.
Este planteamiento responde entonces al respeto mutuo, la aceptación del hombre hacia la mujer y viceversa. La realidad es que ya no vivimos en los convulsionados años de la aceptación de los géneros, la imposición de las ideologías y los cambios violentos que se suscitaron en esa época, pero ¿Se cumple esto en los albores del nuevo siglo? Las nuevas tendencias también proporcionan una visión diferente, incluso el concepto de familia cambia, en algunos países, como España, han legalizado el matrimonio gay, y muchas mujeres eligen ser madres solteras sin la necesidad de tener una pareja a su lado, por no sacrificar su independencia, al punto de no incluir al padre biológico en la crianza de sus hijos, por otra parte, todavía hay quienes creen en las antiguas instituciones y apuestan por ellas, pero ya no tiene tanto peso e importancia como antes. Todas forman un abanico de muchas posibilidades en las cuales el ser humano tiene donde elegir, incluso, todavía siento que no hay una total desinhibición de nuestro sentimientos y deseos.

No debemos olvidar la parte afectiva, como un factor valido en las relaciones humanas. El amor hace posible que tanto uno como otro, tenga como objetivo primordial el bien, la satisfacción, la realización del otro, y por esa razón todo esfuerzo resulta llevadero y hasta agradable. Y, es lo afectivo también lo que hace posible el descubrimiento a estadios más llevadero en la práctica sexual. Vale decir que esa constante búsqueda a través de la cual la unión se mantiene serena, es la que asegura su estabilidad y su equilibrio. Sin que esto implique que una pareja va a vivir sin dificultades en el trato diario, ya que las discusiones o los desacuerdos sobre problemas o minucias cotidianas se van a dar inevitablemente.
El amor hará también que uno vea al otro en una óptica más positiva, en sus aciertos y virtudes que en sus defectos; ni tampoco exigirá lo que no se puede dar o a lo que no se puede llegar. Por eso el lazo tan importante de los sentimientos humanos debe ser cuidado como algo valioso e insustituible; acabado este, la pareja podrá o no deshacerse, y la frecuencia nos dice que lo más probable es que se deshaga. La vida sexual forma parte de la entrega que supone el amor; sin este el coito es simplemente un desahogo físico, el cual culminado este acto las personas dormirán y se olvidarán del objeto que les dio placer, ver como algo costumbrista la exploración sexual, es peligroso para nosotros si pretendemos descubrir toda nuestra potencialidad, el amor entra por los ojos, pero no es solamente deseo, admiración y placer, es también encuentro con la otra parte que comparta afanes, luchas y todo cuanto la vida presenta al ser humano, incluyendo todos los pro y contra que el camino tiene, y en el cual todos recorremos ese camino.
Los afectos y sentimientos que son inherentes en nuestra humanidad no deberían apartarse de la sexualidad, para mi criterio es algo real, si hablamos de aceptación y descubrimiento ¿Por qué obviar los sentimientos? La práctica sexual tiene diferentes formas de percibirse, pero, creo que se hace más interesante cuando incluimos el amor. La complejidad de este sentimiento lo hace más interesante, de todas formas la vida humana se encuentra llena de situaciones complejas y el hombre se da la tarea de entender e interpretar todas esas interrogantes a lo largo de su existencia erradas en unas, acertadas en otras.

EL PODER DEL ESPIRITU


La visión oriental sobre el sexo va más allá de algo bio-físico, es considerado como la unión de los espíritus tanto como de los cuerpos, una forma de incrementar el conocimiento y la compresión, canalizando hasta integrar las energías sexuales de los dos miembros de la pareja. De hecho los preceptos sobre el tantra afirma: que el acto sexual es para integrarnos y encontrar nuestra energía, en los cuales no se piensa en términos de desahogo y la eyaculación no es lo primordial. Estos planteamientos aportan una dimensión superior, no es fácil para un occidental contemporáneo tomarse las cosas tan relajadamente, más aún en los tiempos frenéticos en los que vivimos, se habla incluso de una relajación positiva. Un punto que llama mi atención es la inseparabilidad de la pareja, no vista como una dependencia, más bien como el complemento en la realización de algo tan sublime.
¿Es necesario que nuestra sociedad descubra mucho más sobre estos tratados? Hemos escuchado manifiestos feministas, imposiciones patriarcales pasadas de modas, manifiesto religiosos, entonces qué hay de malo en explorar la muestra cosmogónica del hombre. La desesperada búsqueda de un poder externo como aliciente a nuestros problemas nos hace dudar de nuestra capacidad interna y de lo que podemos lograr, el hombre como universo inexplorado y en el cual la unión de los dos es la invitación para explorar nuestro universo interno. La energía mencionada no es para el desgaste, es para acumular sabiduría y el sexo es el vehículo por el cual nos han de llevar a través de la meditación, para una integración prefecta, Tal vez construir un puente de comunicación con tu otra parte, es lo que percibo. Es un pensamiento en el cual no ponemos en práctica o interés, pero mucha veces nos quejamos y hablamos de no comunicarnos con los seres que de una u otra forma están conectado con nosotros y nuestro medio ambiente, el budismo habla sobre el hecho de que los seres y su medio ambiente están unidos, y sus acciones impactan al otro. Es interesante como en la filosofía oriental el sexo es una fuente de creatividad, nuestra divinidad se utiliza para la creación, crear un entorno placentero y no reducirlo a lo pecaminoso recargado de culpa, en fin algo que no nos permite liberarnos en nuestra totalidad y en vez de acercarnos nos distancia.

Podemos considerar nuestro cuerpo como una perfecta maquina, por lo cual nos encontramos como seres únicos, ya que no somos copia de ningún otro, y en esta totalidad debemos encontrar la plenitud. Otro postulado del tantra dice: que si no gozas de ti mismo, no puedes ayudar a los demás a que gocen de esa plenitud. Hasta la misma masturbación es una técnica de conocimiento, que tanto hombres como mujeres la practican en algún momento de su vida, incluso, como ejercicio en la que ambos pueden participar.

El simbolismo hindú da el nombre de kundalini a la fuerza genital y la compara con una serpiente enrollada en el extremo de la columna vertebral. Cuando se solicita a la serpiente con demasiada frecuencia a que salga por obra de ilusión sensual (MAYA), que encadena al hombre a la errónea identificación egocéntrica con la materia. Por el contrario, si el hombre aprende controlar el kundalini, entonces la serpiente se desenrolla hacia arriba y trepa por dentro de la columna vertebral, hasta que toca el chakra superior una vez que ha ocurrido esta conjunción, la consciencia individual y la consciencia de la especie se identifica entre sí, en una expansión extraordinaria de consciencia de sí mismo. (Brena, 1975, p. 120)


El yoga enfatiza el poder de nuestro cerebro, en la cual reside un caudal de energía la capacidad del todo, claro que esta disciplina se ve como el mejor de los caminos para encausar esa corriente bioeléctrica, aceptaríamos entonces que en esta era de la transparencia derrochamos nuestra vitalidad más que conservarla. Pareciera que si, dado a que nuestra insatisfacciones es un tema a la orden del día, puede ser que estos tratados antiguos a lo mejor resulten insondables para nosotros, pero lo que no pongo en duda es que estos jamás ponen entre dicho la perfección del cuerpo humano y todo lo que podemos lograr y no buscar la negación como excusa recurrente o esperar alguna respuesta de entidades invisible que resolverán mis problemas, anhelos o deseos.


Si bien el tantra nos invita adentrarnos en esta corriente absoluta de energía, podríamos decir que por un momento olvidemos la civilización, la religión, ideología, tus creencias. En palabras de los yoguinis “puedes crear u círculo dentro de ti, porque el hombre es hombre y mujer, y la mujer es mujer y hombre. Eres ambos, porque has sido creado por un hombre y una mujer, la mitad de ti es el otro”. La masculinidad uniéndose con lo femenino, interesante punto de vista dado a la confrontación de los sexos en nuestras culturas en las cuales se trata de derribar al contrario, la mujer sobre el hombre o viceversa, pero nunca vistos como la suma de un todo donde ambos se necesitan. Al principio de mi ensayo acoté el hecho de la religión y sus imposiciones, será que las religiones no aceptan el sexo, mejor dicho le temen, porque es una energía de tal envergadura que su descubrimiento a partir de nosotros haría que jamás la abandonaríamos. Entonces creo todo un sistema de principios que funcionan como barrera para no permitir que se conozcan y así tener un mayor dominio, domino de unos pocos sobre muchos.

Sólo el hecho de decir que el hombre posee una parte femenina en la época de la inquisición hubiera bastado para que las hogueras del santo oficio ardieran por un tiempo más. Claro el disfrute y el placer no es para todos, el erotismo y la sensualidad puede ser una fuente de felicidad, pero compartida con el resto no es tan agradable. En cierta forma el hombre occidental conserva vestigios de sus barreras y deseos reprimidos, si vivimos en una época en donde todo se ve y nada queda oculto, ocultamos todavía lo que necesitamos decir y no nos atrevemos, en cambio esperamos a que otros den el primer paso, y como afirma el tantra: tómate la vida naturalmente; no seas irreal. El sexo está ahí, una posibilidad, un gran potencial ¡Aprovéchalo! ¿Qué hay de malo en gozarlo?

CONCLUSIONES
Nos vemos en un mundo cambiante y la sexualidad humana no escapa a ello, por lo tanto un poco de espiritualidad no nos vendría mal. Aquella en la cual nos demuestra que el potencial humano no está supeditado a dogmas o leyes impuesta por los mismos hombres ¿Cual es el tema de todo esto? Se me ocurre decir que nosotros mismo somos el eje de estos postulados, lo que está oculto en nuestro fuero interno, en lo que se puede creer y no, en lo que nos complementa cada día. Y, que el sexo y sexualidad humana van unidos a nuestras vidas, la espiritualidad interna en nosotros es la que nos ayuda a conectarnos con los demás, debemos actuar en pro de una vida satisfecha y no llena de culpas. La sociedad occidental debería de bajar un poco la velocidad y no correr a contra reloj, desgastarnos a más no poder y ser remplazados es la consigna sin conocer que tenemos un caudal de energía en la cual sería beneficioso para todos si sabemos utilizarla.


BIBLIOGRAFÍA


Tejada, L. (1977). La Represión Sexual en la España de Franco (1° ed.). Círculo de Lectores.

Comfort, A. (1986). El Placer de Amar. More joy of sex (4° ed.). Editorial Blume.

Verdú, V. (2003). El Estilo del Mundo. La vida en el capitalismo de ficción (1° ed.). Editorial Anagrama.

Brena, S. (1975). Yoga y Salud (1° ed.). Ariel esotérica.

Posted on 29.3.10

Bossa Marley

By Cultura sexual en 29.3.10